.
.
.
.
CUANDO SE ABRAZA EL ÍCONO
.
Hay quienes como en la época de Roger van der Weyden , o más tarde , con otro sentido y otros significados como en el caso de Malevitch … y aún más, si se bucea en los espacios absolutos de Mondrian, nos dejan entrever el impulso. Digámoslo mejor : se trata del deseo (como fuerza liberadora) , ésa, la que los condujo a concentrar sus energías en la realización de una obra donde el “yo” (una suerte de interminables complicidades para consigo mismo) se ven minimizadas , cuando no extirpadas o expulsadas del “paraíso” como un mal que hace daño al
“corpus” de aquello que en principio, fue concebido en tanto sagrado, respondiendo a un poder externo al sujeto que hace, el que crea, y para quien “al fuera de sí “, solo le basta recordar desde otro ángulo, la tradicional iconografía rusa.Existieron aquellos grandes artistas que consideraron la simple Galería de Arte (el “white cube” ) como sinónimo directo , sin anestesia, de la cámara de gas letal. Como el catálogo es amplio y variado, hubo también otros, en el marco de este espectro de creadores , me refiero a aquellos seres que desde su hacer con tributo y respeto al “métier” , pueden-pudieron / desafían-desafiaron, cuatro paredes blancas, como por ejemplo , las de un Museo de Arte Contemporáneo, e hicieron detonar todas las alarmas y medidas de seguridad habidas y por haber, lo que desembocó , obvio, en la clausura inmediata de una exposición o de una sala ( no por la presencia de expertos ladrones, sino por los “ daños colaterales “ ocasionados a los espectadores dado la obra exhibida ) .Finalmente, en un abanico de semitonos posibles ( y materializables ) caro a nuestras latitudes, bajo diferentes modos, formas, maneras y estilos, hallamos otros artistas, los que pueden alcanzar la dimensión del “templo perdido” , re-enmarcado por la fuerza de las trazas de sus propias producciones.
Mis observaciones – obviamente – no son objetivas (lo que no las condena a lo falso y a la vez las exime de toda hipocresía) , sino que pretenden abarcar algo de lo “ empírico “ a transmitir dentro de la endeble subjetividad, y me parece que el caso de Jorge Estomba y su exposición en la Galería Palatina de Buenos Aires, da suficiente data y medida con grandes GB, como para certificar lo que intento identificar.
Nada de este orden es posible de ser aprehendido desde el ciberespacio.
Éste, muestra sus limitaciones, como cualquier estructura del lenguaje , como cualquier lógica comunicacional que se necesite o pretenda practicar. Pero lo interesante a destacar es ver, cómo y desde qué sitio, el objeto deja de hablar de sí mismo y de su autor, para remitirnos a un mundo donde la sacralidad fue emplazada en un sitio donde aún no ha sido violada, vejada , ni ultrajada en nombre de una nadería más que cínica o nihilista.
La obra de un creyente (no importa de qué religión hablemos, me limito aquí a la percepción de una potencia dada y a la contundencia de la palabra creer asociada a la imagen plástica-pictórica ) debe
llevar , conducir, precisamente a creer.Es lo que Estomba propone en el tiempo efímero que se le ha ofrecido para expandir el campo de su espiritualidad , con carácter de ofrenda , a lo coyuntural del objeto y del templo elegido. Aquí no hay cita posible para ningún estilo o amaneramiento de la “desmaterialización” , ni crédito a la presencia de lo ingrávido y gentil.Por el contrario, empuja al espectador a plantarse firme ante las piezas , exigiéndole una temporalidad de observancia ya inusual, frente a imágenes que no son simplemente auto-referenciales, sino que tienden a hablarnos de una fuerza extraña, “superior” , que excede el marco de las palabras pero no de lo que encarna en las geometrías sutilmente abordadas.
El Icono Abrazado (así podría titularse esta muestra) , da cuenta del oficio de alguien que minimiza la huella digital , el rastro, y toda traza sensual-sensorial de lo que un “yo” puede , o lo que su naturaleza y carga de ego hubiesen requerido y que la pincelada , explicita, evidencia, en el pictograma.A imagen y semejanza de aquellos que se sacrifican (en el mejor y más elevado sentido de la palabra “sacrificio” ) , Estomba nos deja literalmente desnudos ante una verdad largamente madurada, macerada con los años en el silencio del taller . Es mosto , fruto de la paciencia y la sabiduría de quien ha dedicado su vida, a la voluntad de trascender a través de un objeto que siempre es materia, elevada a la categoría de lenguaje. De todo ello nos habla su pintura.En contraposición a las urgencias e histerias del mundo contemporáneo, mientras los valores-globos seguros y los fuegos artificiales de las bolsas se desploman a nuestro alrededor , probablemente el espectador encuentre en este sitio las huellas, las marcas ancestrales de aquello que puede no solo abrir puertas sólidas y estables desde lo a- temporal, sino desde aquellas sensibilidades que en cierto modo, han sido iluminadas bajo una luz nada común, nada convencional.“ El Templo” está abierto a todos y puede visitarse hasta el 14 de octubre , y es válido reiterar, recordar una vez más, que “ las asociaciones que he conjurado “ involucran al ícono (nunca al mediático-estereotipado, menos, a la academicosa , estertórea, estéril y catatónica, "iconicidad" ) , y a Maestros de la talla de van der Weyden, la de Malevitch tanto como a la de un Piet Mondrian , donde " la dialéctica del objeto" , es equivalente a la del "espacio". Mejor lo dijo Einstein hace mucho ( y lo vio antes que el gran genio de la física, Gauguin ) en "La Lucha de Jacobo con el Ángel" : " No se pueden separar masa, energía, cuerpo, espacio, tiempo " . A Uds. les toca gozar esta nueva exposición de Jorge Estomba y buscarle un sitio al verdadero espíritu. Aquí, no hay entradas para los adictos a lo vulgar de "lo lúdico" , utilitario, establecido .
.
Guillermo Cuello
Octubre/2008
Guillermo CUELLO / Artista Visual
http://www.guillermocuello.blogspot.com/
.
.
.
LOS MALESCRITOS
Hay quienes tienen textos, libros, apuntes, notas. . . manuscritos... aquí se encuentran los que denomino : " LOS MALESCRITOS " .
Son, embrionarias notas sueltas, apuntes de viajes y otros.
Desordenadas/os deliberadamente , sin pretensiones de poética alguna, están aquí " porque se salvaron de la papelera de reciclaje " .
Forman parte de la pintura también.
.
G.C.
Son, embrionarias notas sueltas, apuntes de viajes y otros.
Desordenadas/os deliberadamente , sin pretensiones de poética alguna, están aquí " porque se salvaron de la papelera de reciclaje " .
Forman parte de la pintura también.
.
G.C.